miércoles, 29 de diciembre de 2010

Para la vedette.

Eres demasiado feliz siendo como eres. Quieres ser la primera bailarina sobre el escenario (y casi lo consigues, felicidades) haciendo que todos bailemos a tu compás. Llevamos 5, 10, algunos incluso más de 20 años bailando, pero no te aburres. Ya que te basta con que te sigamos, día y noche, hasta que nos caigamos (o nos empujes, claro está. Eso también es digno de entretenerte, oh gran señora) de este escenario. Por suerte, la mayoría nos retiramos antes, como nosotros. Lo siento, hace tiempo que nos has aburrido. No sólo a mi. Por favor, por favor, empieza a acordarte de los demás. ("¿Diga?" "¿Quién es?" "Soy yo, María." "¿Quién?") Y aprende a tomar tus propias decisiones. (Y a no exigir cosas que no mereces, de paso.) Aunque no sé por qué te lo pido. Ni siquiera recuerdo cuánto tiempo llevas así. No vas a cambiar, nunca. Ya lo tengo asumido.


De todos modos, gracias. Tenía, de alguna manera, miedo a acabar como tú, pero me has dado un buen ejemplo. El ejemplo perfecto a no seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario